La abuela canosa se folla al nieto morritas mexicanas cojiendo y recuerda a la tormentosa juventud
La abuela canosa se olvida de cómo la amaban antes y de cuántos hombres enloquecía y sale de todo con su amado nieto. La nieta fue a casa de su morritas mexicanas cojiendo abuela para pedirle dinero a su pensionista para unas zapatillas nuevas, y su abuela se ofreció a follarla y conseguir que se lo pagara sin pensarlo dos veces. La nieta del mercenario no paró nada, se subió a la anciana sin pensarlo dos veces y folló como si fuera una chica de veinte años y no una jubilada de honor. Corriéndose en la boca de una abuela, quizás no valga la pena.